jueves, 24 de febrero de 2011

ORIGEN DE LA CHILENA “LA SANMARQUEÑA”


CHILENA "La Sanmarqueña"

JAIME LÓPEZ JIMÉNEZ

Uno de los bailes tradicionales de la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca, es la popular chilena; que de acuerdo a algunos historiadores la trajeron a estas tierras marinos provenientes de las costas de Chile, a principios del siglo XIX.

Sin entrar en muchos detalles, este baile fue llevado a Chile por los peruanos, quienes la denominaban la “Cueca”, baile popular que toma su nombre de la palabra “clueca”, que es el estado que alcanzan las aves al empollar sus huevos. Es un baile que remeda el cortejo del gallo a la gallina. Los ejecutantes llevan en la mano derecha un pañuelo que revolotean sobre la cabeza y le sirve al hombre para guiar a la mujer en las diferentes evoluciones, de movimientos lentos en compás 6 x 8.

Ahora bien, entre las chilenas más conocidas en la Cosa Chica tenemos: “Ometepec”, de Agustín Ramírez; “Azoyú” y “Cuautepec”, de Gonzalo Guerrero; “Azoyuteca”, de Darío López Carmona; “Jamiltepec”, de Juvencio Vargas; “Verdad de Dios” y la “Talapeña”, de Vidal Ramírez; “Pinotepa”, “ Volaron las Amarillas” y “Cacahuatepec”, de Álvaro Carrillo; y, desde luego, “La Sanmarqueña” del sacerdote Emilio Vázquez Jiménez. Esta chilena fue compuesta el año de 1929, en el poblado de San Marcos, Costa Chica de Guerrero.

El padre Emilio nació en Ayutla de los Libres, Guerrero el año de 1879; y falleció en Cruz Grande en 1950. Hizo sus primeros estudios en su pueblo natal, para ingresar después al Seminario Conciliar de Chilapa. Posteriormente realizó estudios sobre solfeo, armonía y contrapunto; y además, fue alumno del Conservatorio de Guadalajara.

Posteriormente, comenzó su labor como sacerdote en algunas poblaciones cerca de Chilapa, después pasó a Olinalá, a su natal Ayutla, así también a Cuautepec, Cruz Grande y finalmente a San Marcos, donde compuso esta chilena.

Eleuteria Genchi: inspiradora de la chilena “La Sanmarqueña”

Eleuteria Genchi (La Comachín), fue originaria de Cruz Grande, Guerrero. Llegó a San Marcos donde vivió en casa de unos familiares. Era una dama con todas las prendas y características de nuestras mujeres costeñas: salerosas, altivas y sensuales.

Ocasionalmente hacía el aseo de la morada donde vivía el padre Emilio; y este, según dicen, “solamente se consolaba con verla”. Ahí nació la inspiración por la chilena que nos ocupa.

Encuentro con José Agustín Ramírez
El profesor José Agustín Ramírez, llegó a la Costa Chica en calidad de supervisor escolar, en el lejano año de 1938. En su vida de bohemio recorrió la Costa Chica y así también recopiló toda clase de música que le ofrecieron en sus interpretaciones sus múltiples amigos.

Se comenta que fue don Gonzalo Guerrero, de San Marcos, quien llevó al padre Emilio para presentarlo con Agustín Ramírez, a efecto de que le entregara al profesor, la canción “Mis lágrimas por ti” y la chilena “La Sanmarqueña” con el propósito de que las revisara y las diera a conocer. Este encuentro fue en el conocido Hotel Washington de la ciudad de México.

Hay otra versión del periodista Héctor Contreras Organista, que aclara esta entrevista: Gonzalo Guerrero y Agustín Ramírez mantenían un convivio en el hotel ya mencionado y al terminarse el licor, Gonzalo baja a la calle 5 de Mayo a surtirse de algo más; y se encuentra al padre Emilio a quien invita a subir a la pieza. Al entrar, de inmediato le dice Gonzalo a Agustín: Aquí te presento al autor de la chilena “La Sanmarqueña”: al padre Emilio. Agustín se apenó porque desde antes ya había modificado y registrado esa chilena a su nombre. Y entre la plática, el padre Vázquez Jiménez le dice que no se preocupara, que él como sacerdote no podía darle la difusión que Agustín le estaba dando, que siguiera como el autor.

Y esta chilena, siguió creciendo en el ánimo y preferencia de bohemios y trovadores que han llevado en sus voces y corazones, su compás y su cadencia más allá de nuestras fronteras.

¡Hasta la Próxima..!
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