jueves, 24 de diciembre de 2009

¡Una Feliz Navidad!


JAIME LÓPEZ JIMÉNEZ

Navidad…época nostálgica; por lo que se fue, lo que no está con nosotros; el agridulce del ayer. Y por qué no pensar también que es un período de meditación y reconciliación. Hay personas que la conciben como una época de alegría, festejos, triunfos, bullicio, compras y fiestas.

En navidad, que si bien no nos inunda el blanco de la nieve, sí tenemos muchas luces de colores, árboles, nacimientos, posadas, piñatas, pastorelas y regalos.

Los antecedentes que se tienen acerca de la Navidad se remontan entre los años 320 y 353 en que se celebraba el nacimiento de Jesús. Se tiene conocimiento que, anteriormente los romanos celebraban a sus diferentes deidades en los días del 17 al 23 de diciembre, abandonando los negocios y ejercitando el arte de la cocina. El 25 era la fiesta pagana del sol.

La Biblia se refiere al Mesías como “Sol de Justicia”. Por ello, desde fines del siglo IV, en el mundo cristiano se celebraba la tradición de la Navidad el 25 de diciembre a excepción de las iglesias orientales –Grecia y Rusia- que las realizaban el 6 de enero con la fiesta “Teofanía”, o manifestación de Jesús como Dios. Sin embargo, por un error del monje Dionisio el Exiguo en el año 540 al calcular las fechas, Jesús no nació la noche del 24 al 25 de diciembre e incluso nació entre cuatro y seis años antes del inicio de la Era Cristiana. Sin embargo, simplemente diremos que la tradición cristiana es celebrar la Navidad del 25 de diciembre.

Los adornos navideños más tradicionales son nuestras flores de pascuas originales de estas tierras surianas, las piñatas, ramas, coronas, heno, faroles y las coronas de papel celofán, los cuales dan un peculiar encanto a la casa proporcionando un ambiente totalmente navideño.

Posteriormente se añadieron esferas y escarchas para dar un toque más vistoso a los adornos. Pero lamentablemente debido a la evolución que ha tenido nuestra civilización y a los cambios modernistas con la influencia extranjera que han implementado árboles navideños, nuestra tradición ha venido quedando atrás, ya que ahora lo que nos interesa son los adornos más llamativos o aquellos que luzcan más bonitos, perdiéndose el significado auténtico de nuestra navidad.

Los Nacimientos

Cuando nació Jesús, estaba tan llena la ciudad de Belén por los visitantes que acudían a cumplir la orden del emperador Augusto para empadronarse, que las posadas ya no tenían espacio para dar albergue. Como María estaba embarazada, se apiadaron de ella y la dejaron quedarse en un establo. Y ahí nació Jesús.

Fue San Francisco de Asís fundador de la orden franciscana, el iniciador de los nacimientos entre 1200 y 1226. Se cuenta que siendo apóstol, recorría la campiña cercana a la pequeña población de Rieti en un invierno, y la Navidad de ese año lo sorprendió en la ermita de Greccio; y fue ahí donde tuvo la inspiración de reproducir en vivo el misterio del nacimiento de Jesús. Construyó una casita de paja a modo de portal, puso un pesebre en su interior, trajo un buey y un asno que les prestaron los vecinos del lugar e invitó a un pequeño grupo de gente a reproducir la escena de la adoración de los pastores.

El misterio de la navidad representado en el pesebre era indispensable en todas las casas. Esta tradición ha pasado de padres a hijos, como la labor que realizan los artesanos que, empleando los materiales más sencillos crean una magia que no se pierde a pesar de los años.

¡Hasta la próxima..!
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1 comentario:

  1. MUY BONITO GRACIAS, COMO SIEMPRE MUY AMABLE LIC. SE LE KIERE MUXO Y ESPERO HAYA TENIDO UNA NAVIDAD MUY FELIZ CON SUS SERES KERIDOS !!!!!!
    MAS VALE TARDE KE NUNCA: FELIZ NAVIDAD !!!!!!

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