martes, 29 de diciembre de 2009

LA LLEGADA DEL AÑO NUEVO


Cuando celebramos la llegada del año nuevo es muy sencillo, basta con sincronizar los relojes, esperar las 12 y alzar las copas. Pero definir ese preciso instante llevó miles de años; y la tarea todavía no está concluida.

Sin embargo, cuando la humanidad procedió a organizar el tiempo, los puntos de referencia más evidentes fueron los movimientos cíclicos de la luna y el sol; y así nacieron los conceptos de día, mes y año.

Día: Lapso entre dos pasadas del sol por el meridiano del lugar (o sea el medio día, cuando la sombra es más corta).


Mes: Lapso entre dos lunas llenas.

Año: Lapso entre dos pasadas del sol por un mismo punto celeste.

Sobre estas bases se definieron los calendarios más avanzados de las distintas civilizaciones. Pero las divergencias se plantearon cuando hubo que resolver un problema fundamental, que es la falta de correspondencia exacta entre esas unidades.

Los pueblos de Oriente y de Medio Oriente encontraron sus propias soluciones (alguna de las cuales mantienen vigencia hoy en día), por presión cultural y religiosa fue el calendario occidental el que se impuso en todo el mundo como convención para que nos entendamos entre todos.

Para los romanos el año comenzaba el uno de marzo, los agregados se hacían en febrero por que era el último mes del año. Esto explica la etimología de nuestros meses actuales: septiembre, octubre, noviembre y diciembre.

En el siglo I a.C. Julio César encargó al astrónomo Sosígenes de Alejandría la misión de ajustar y ordenar el calendario. Este trabajo sobre el calendario solar definió doce meses, que empezaban en marzo con una secuencia alternada de 30 y 31 días, con excepción del último, febrero, que era de 29. Así se tenían los 365 días pertinentes, y para compensar el exceso de casi seis horas por año se agregaba un día más cada cuatro años. Poco después se decidió empezar el año en el mes de enero y con esto quedó definido el año juliano.

Para el siglo XVI el desajuste, percibido por vía de las festividades religiosas móviles como la Semana Santa, era tan grande, que el Papa Gregorio XIII sugirió los auxilios del astrónomo y físico Luigi Lilio, quien eliminó 11 días del calendario, con lo que en 1582, el almanaque pasó directamente del 4 al 15 de octubre.

El calendario así definido, se denominó Gregoriano por el Papa que lo propuso; y es el que nos rige actualmente. Si bien naciones católicas como Francia, Italia, Luxemburgo, Portugal y España, lo aceptaron de inmediato en 1582; otros como Grecia lo hicieron hasta 1923. Cuando el Reino Unido decidió acomodarse a este ordenamiento hasta 1752, y borró los 11 días excedentes según la recomendación de Lilio, la gente se amotinó en las calles para que se le devolviera parte de la vida perdida.

A pesar de todo, los problemas del calendario todavía no han terminado, y en las Naciones Unidas se acumulan más de un centenar y medio de proyectos para reemplazar el calendario gregoriano. Las principales objeciones son de tipo administrativo y financiero; pues los meses actuales tienen diferentes cantidades de días, empiezan en cualquier día de la semana, pueden tener cuatro y cinco domingos, etc. Lo cual es motivo de gran desorden para ciertos planificadores. Si estas propuestas prosperan, nadie sabe cuándo será el momento del brindis, tampoco si serán doce las campanadas y doce las uvas

Se aprovecha la oportunidad para transcribir un bello soneto del poeta Manuel S. Leyva Martínez; y que a la letra dice:

AÑO NUEVO

Fugaz instante como luz esquiva
dolor que exhibe matinal ceniza;
pensamiento sutil de leve brisa
y emotiva oración de alma furtiva.

Eso eres, Año Nuevo, en la cursiva
agonía decembrina o en la sonrisa;
del enero infantil que viste aprisa
traje del sol, oliendo a siempreviva.

Año Nuevo de rostro imponderable
con ropaje de sueño inevitable
y fragancia letal de Navidad.

Brindo por tu alegórica elegancia
por la plural conducta de tu infancia
y tu aroma nupcial de eternidad”.

¡Muchas Felicidades..!
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jailo38@yahoo.com.mx
www.costachicanuestra.blogspot.com


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